domingo, 20 de diciembre de 2009

Misterio de Amor



Aquel día una multitud de gentes se reunió para ver el cadáver, aquel hombre había muerto recientemente , sus ojos estaban medio entreabiertos ,pero la mirada ya no estaba, parecía mas bien dos gotas de cristal , cristal que se va opacando hasta hacerse oscuro como la noche . Y el pueblo decía y murmuraba, y dentro se levanto una pequeña voz que dijo y comento:

- Pueblo egoísta, necio y repudiable, no sabes lo que has hecho. Este hombre tenía en si el amor mas grande y tan grande era su amor que ya no era un hombre, sino mucho más y muchísimo más.
Otro dijo por allí:
- Es cierto, yo lo escuche hablar algunas veces, el hablaba del perdón, el hablaba de la conciliación, el hablaba del amor.
Otro dijo por allí:
- Es cierto, yo lo vi haciendo milagros curaba enfermos inclusive escuche testimonios de que había resucitado muertos.
Y otra voz escuche:
- Resucito a los muertos y ahora el esta muerto. Quien tramaría todo esto quizás, quizás sin saberlo o quizás sabiéndolo el hombre en su arrogancia del poder se atrevió a matar a Dios.
Antes de terminar estas palabras, todos se veían a los rostros que le rodeaban, en unos había temor, espanto , confusión , en otros hasta angustia, lamento, llantos, otros por supuesto pensaban dentro de si ,” ignorantes, acaso no ven la muerte, esta muerto, y se acabo y no hay mas que decir” . El tiempo se puso malo y la gente se comenzó a ir de aquel lugar.
Y aquellos que quedaron tenían lágrimas en sus ojos, tanto que parecían que nunca más debieran de llorar. Pero dentro de estos había una mujer con una dignidad especial que secaba su llanto y que su corazón así mismo se decía: “El tiempo se ha completado, y el final ha llegado. Dios se manifiesta para todos, pero casi nadie lo ha visto, yo si creo, yo si creo que volverá a despertar porque he conocido su amor y la señal por encima de la muerte, lo que el me ha dado, nadie más me lo podrá quitar”
Y aquel corazón brillaba en un fuego de luz tan intenso que ni con la más severa oscuridad jamás nunca se apagará y perdurará por la eternidad. El nombre de aquella mujer era Maria, y aunque el cuerpo fue enterrado, a los tres días aquel hombre que había muerto crucificado, resucitó, era Dios mismo, exaltado, y profundo en su gloria. El misterio era ahora revelado y, de la muerte volvió a la vida.
Y aquella mujer, Maria.¡ Oh corazón puro, inmaculado! porque ella sabía. Nadie puede matar, nadie puede dañar el amor y su promesa, te ama por siempre y por siempre Jesús. Busca y encontrarás el amor verdadero.
Para todo aquel que se sienta herido y hasta morir y cree que ya no tiene fuerzas recuerda aquel corazón de Maria inmaculado, y su amor.
Aunque todo parezca haberse perdido, el amor despertará como de un sueño, y dejará las cadenas del engaño y del pecado, y el amor será eterno, porque el amor no tiene fin.
Dos grandes verdades se revelan: La fe de Maria, su gran sufrimiento se convierte luego en eterna alegría. Y el misterio del crucificado, murió por amor y volvió a la vida para no irse jamás por amor, por amor.
El misterio del amor mismo fue revelado.
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Autor y Artista: Oscar Basurto Carbonell

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