domingo, 20 de septiembre de 2009

Salud Espiritual: Alabanza al Señor



Señor mío, dueño de mi vida y mi destino, yo sé que no merezco tu presencia soy de seguro como un vaso roto y si echaras en mi tu vino, éste se derramaría; pese a todo Señor, humildemente yo te pido menos quizás que una gota de ese vino, aunque esta copa este rota, te prometo que yo cuidare como si fuese un océano, al que no puedo dejar perder absolutamente nada.
Dame Señor, un poquito de ti y yo seré inmensamente feliz, tan feliz, que eso que soy, una copa rota, te alabara, porque tu eres mi Señor, mi principio, mi final, mi camino, mi única realidad , y cada día brindare por amor a ti . Una gota me bastara de ti, para toda la eternidad. Haz de mí, Señor lo que tu mejor dispongas

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